Transporte público: Tucumán cada vez más lejos de un modelo integrado como el de las principales ciudades

El desorden de las tarjetas en la provincia causa confusión y enojo entre los usuarios.

Actualidad01 de abril de 2025Redacción 3LRedacción 3L
Transporte Público

En las últimas semanas, los tucumanos se vieron sumidos en la confusión generada por la coexistencia de varias tarjetas de transporte público, lo que generó más dudas que certezas a la hora de viajar en colectivo. La entrada en vigor de la tarjeta SUBE, que reemplaza a la Ciudadana en las líneas urbanas, y la futura implementación de la tarjeta Independencia en las líneas interurbanas, ha complicado aún más un sistema ya complejo. 

A pesar de que el Gobierno provincial busca coordinar estos sistemas, lo cierto es que la falta de claridad y la necesidad de portar varias tarjetas para un simple viaje generan frustración en los usuarios. De este modo, vemos cómo Tucumán se aleja cada vez más de modelos de transporte que son tendencia en algunas de las principales ciudades del mundo. 

Por poner solo un ejemplo, la capital chilena, Santiago de Chile, ofrece un contraste significativo con su modelo de transporte público integrado, que ha logrado superar muchos de los problemas que hoy afectan a Tucumán. Se trata de una enorme brecha que aleja a los usuarios tucumanos de los beneficios que hasta impulsarían un mayor uso del transporte público. 

¿Cómo funciona el caos de las tarjetas en Tucumán?

El sistema de pago del transporte público tucumano está fragmentado, lo que obliga a los usuarios a manejar distintas tarjetas dependiendo de la línea de colectivo que tomen:

  • Tarjeta SUBE: se utiliza en las líneas 1 a 19 de San Miguel de Tucumán, pero no es válida para los viajes interurbanos.
  • Tarjeta Ciudadana: se utilizará hasta el 30 de abril para las líneas 1 a 19, pero está en proceso de ser reemplazada por la SUBE, lo que deja a muchos usuarios sin una solución clara.
  • Tarjeta Metropolitana: está vigente para las líneas interurbanas (101 a 142), pero pronto será reemplazada por la tarjeta Independencia, cuya llegada está aún en duda.

Con tantos sistemas y tarjetas, los tucumanos no solo deben lidiar con la falta de información sobre qué tarjeta usar en qué momento, sino también con el riesgo de perder el saldo en las tarjetas que se van descontinuando. Esta fragmentación generó un escenario de confusión y desorganización que impacta negativamente en la experiencia del usuario.

Modelo de transporte público integrado

En comparación, en ciudades como la mencionada Santiago de Chile se logró implementar un sistema de transporte público integrado, que es un ejemplo de eficiencia y accesibilidad para millones de ciudadanos. En Santiago, el sistema de metro, buses y trenes de cercanías funciona de manera interconectada bajo un único sistema tarifario, lo que permite a los usuarios realizar transbordos sin pagar un costo adicional y sin tener que preocuparse por múltiples tarjetas.

El sistema de pago en un modelo como este se basa en una sola tarjeta, la cual es válida para todos los medios de transporte. Los usuarios pueden utilizar la misma tarjeta para abordar el metro, los buses y los trenes, lo que simplifica enormemente la experiencia de movilidad en la ciudad. Además, el sistema ofrece transbordos gratuitos dentro de un período determinado, facilitando aún más el traslado entre diferentes modos de transporte sin generar costos adicionales.

A través de su plataforma digital, permite que los usuarios planifiquen sus viajes en tiempo real, conozcan los horarios de llegada de los buses y tengan acceso a alertas sobre posibles interrupciones en el servicio, lo que mejora aún más la experiencia del usuario. Además, se apuesta por la sostenibilidad con la incorporación de buses eléctricos, reduciendo las emisiones contaminantes y mejorando la calidad del aire.

Lo que Tucumán podría aprender

A pesar de las diferencias de escala y recursos, Tucumán podría beneficiarse enormemente de implementar un sistema similar. Algunas de las ventajas que un sistema de transporte público integrado podría ofrecer a la provincia serían:

Simplicidad y comodidad para los usuarios: al eliminar la necesidad de portar múltiples tarjetas y ofrecer un sistema tarifario único, los tucumanos podrían moverse por la ciudad y la provincia de forma mucho más eficiente, sin confusión y con una experiencia de viaje más agradable.

Mejor conectividad: un sistema integrado permitiría que las distintas líneas de colectivo estuvieran interconectadas, facilitando los transbordos y reduciendo el tiempo de viaje entre distintos puntos de la ciudad y la provincia.

Transporte público más eficiente: la implementación de un sistema como este podría contribuir a una mayor optimización de las rutas y horarios, reduciendo la congestión y mejorando la frecuencia de los servicios, especialmente en horas pico.

Impacto ambiental positivo: al integrar buses eléctricos y fomentar el uso de transporte sostenible, Tucumán podría reducir las emisiones de CO2 y contribuir a mejorar la calidad del aire.

Tecnología al servicio del usuario: la implementación de aplicaciones móviles y plataformas digitales para el seguimiento de colectivos permitiría a los tucumanos planificar sus viajes en tiempo real, mejorando la eficiencia y reduciendo la incertidumbre sobre los tiempos de espera.

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